Este año celebramos el 70 aniversario de la Gran Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Las palabras "Nadie se olvida, nada se olvida" nos son conocidas desde la infancia. En nuestro país no hay familia que la guerra no haya tocado. Si 6 millones 200 mil personas vivieron en Kazajstán antes de la guerra, entonces durante los años de guerra, 1 millón 700 mil personas fueron al frente desde Kazajstán, y más de la mitad de ellos no regresaron. Dieron lo más valioso, sus vidas, por nuestro futuro.
Como dijo nuestro presidente Nursultan Nazarbayev: "Somos hijos de los padres victoriosos. Debemos honrar a nuestros veteranos y educar a los jóvenes con un espíritu de respeto por la historia". Nunca olvidaremos la hazaña de nuestros padres y abuelos, que salvaron al mundo del fascismo.
500 kazajos se convirtieron en héroes de la Unión Soviética, más de 100 se convirtieron en titulares de la Orden de la Gloria, cuatro de los cuales recibieron dos veces el título de Héroe de la Unión Soviética. Entre los héroes de esa guerra estaban las gloriosas hijas del pueblo kazajo: Aliya Moldagulova y Manshuk Mametova. El pueblo de Kazajstán forjó una victoria en la retaguardia. Todos estaban unidos en su deseo de dar todo por el frente, todo por la victoria.
Es digno de continuar las tradiciones de los padres y abuelos, para aumentar la riqueza de su tierra natal, el deber sagrado de la generación joven. Nuestra memoria vive en buenas obras. ¡Felicitaciones a todos ustedes por la fiesta del triunfo de la paz y la armonía! ¡Salud y felicidad para ustedes, queridos veteranos de guerra y trabajo!
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República de Kazajstán en los EAU Kairat Kaiyrbekuly Lama Sharif
